Se creen Aristóteles de la razón manejando experiencias individuales de afectados o simplemente desconocedores de la realidad para atacar sin medida, sin juicio y sin arbitrariedad, apoyándose en argumentos aparentemente válidos que analizándose desde las verdaderas circunstancias se constituyen en falacias o medias verdades.
Hoy día, algunos medios de comunicación, con tal de conseguir el apoyo de las masas apelan a prejuicios, miedos y falsas acusaciones. Dirigir al pueblo, lo llamaron los griegos. Hoy lo llamamos demagogia.
Una noticia con acusaciones de porteros con la cara difuminada, falsos profesionales del mantenimiento de comunidades que se ocultan… tienen miedo, pero de quién.
Demagogia, vuelvo a decir.
Qué fácil es acusar y hacer daño. Qué fácil es dirigir la mala experiencia particular generalizándola en un gremio.
¡Es que los taxistas! ¡Es que los funcionarios! ¡Es que los médicos!
Yo nunca diré: ¡Es que los periodistas! Porque sé que hay verdaderos periodistas profesionales.
Veamos al menos si la lógica conlleva quitar la razón a la demagogia.
Habrá algunos individuos y fíjense que no los llamo Administradores, que buscan su beneficio no es su labor sino en la facilidad de su no labor. ¿Pero es lícito hablar de todos los Administradores de Fincas?. Cuando un llamado erróneamente Administrador de Fincas cobra una comisión ajena a su servicio se esclaviza de quién la recibe.
Invoco a mis compañeros. No permitamos más falsas piedras tiradas, más acusaciones gratuitas.
Si un propietario acusa públicamente en una Junta que el Administrador se lleva comisión, invitémosle a que lo demuestre ya que en caso contrario ejerceremos acciones judiciales contra él por difamar o simplemente herir el honor de nuestra profesión.
Si una empresa de servicios que realiza mantenimiento de las comunidades entra en nuestro despacho y nos ofrece comisiones si hacemos lo posible porque ellos sean los elegidos, echémoslos por la puerta.
Si conocemos que la deontología es ajena a cualquiera que es llamado Administrador denunciémosle, señalémosle y expulsémosle de los reductos que deben de servir de garantes de nuestra especialización, de nuestra cualificación. Qué no pertenezcan a nuestros colegios profesionales.
Separemos la paja del trigo aunque algunos medios piensen que todo el trigo es paja.
Qué gratuito es generalizar con la difamación.
¡Defendamos nuestra profesión!
Agustín de las Heras Martínez
Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del Estudio Propio en Administración de Fincas de la Universidad de Alcalá de Henares